sábado, 9 de enero de 2010

SANDRO: Gracias por tu música !!!


Es cierto que tarde o temprano la triste noticia se iba a saber, Roberto Sánchez, Sandro, El Gitano, nos iba a dejar; y siempre me costó entender esos tristes caprichos del destino.

Luego de más de una década peleando con su enfermedad pulmonar y 45 días de lucha constante (a la cual él llamó la “madre de las batallas”), el 4 de enero del 2010 a las 20:40, Sandro (de 64 años) subió al cielo a juntarse con la selección de grandes de la música Argentina, que seguramente lo estaban esperando. La Mecha Sosa, El Polaco Goyeneche, el maestro Osvaldo Pugliesse y su ídolo y amigo Alberto Moran, entre otros…

Admiradores de todo el mundo, desde el Hospital Italiano en Mendoza, en frente de su casa en Banfield, en el Congreso de la Nación, en toda la Argentina, lloraron la gran perdida.

Es que es así: Perdimos un rockero, esos que no se ven todos los días…

Luchó hasta donde pudo, de la mano de su mujer Olga con mucha garra y rodeado de sus seres queridos por amor a la vida misma…
“Puedo perder la vida, pero la vida no me la pierdo” era una de sus frases mas optimistas que de alguna manera nos estaba diciendo que iba a vivir a pleno…


Mi admiración por él, a pesar de recibir infinidad de gastadas, viene de mi adolescencia, cuando descubrí en su música y sus canciones una manera distinta de cantar y hasta llegué a compararlo con los grandes decidores de la canción Argentina: Julio Sosa y Roberto “Polaco” Goyeneche…

Ellos, junto a Sandro, tienen algo más en su interpretación, hacen creer lo que cantan, como cuando decimos, “a este actor le creo todo” (al ver una película); ¡eso! precisamente: Sandro era un actor al cantar, un actor de su propia vida...



Un recuerdo que tengo grabado a piel, es el de la típica serenata de fin de curso en la secundaría, que consistía en visitar una noche a cada uno de los profesores que nos habían enseñado; y Sandro fue mi caballito de batalla a la hora de lucirme con “El maniquí” frente a una de las docentes… Recuerdo otra de ellas, la vieja de inglés; que lo aborrecía tratándolo de “grasa”…


Para mí siempre fue un grande; si hasta uno de los casettes que me llevé al viaje de estudio de Bariloche fue un compilado armado minuciosamente para la ocasión…

Pasaron los años y el 5 de marzo del 2004, tuve la grata oportunidad de verlo en su vuelta a los escenarios en el Teatro “El Círculo” de Rosario con el espectáculo “La Profecía” junto a Rita Cortese y Matías Santoiani, fue increíble!



Viajé desde Córdoba, sin un mango, sólo tenía la entrada que había adquirido con anterioridad… Estaba ahí en la cola, esperando entrar, Rosario era un diluvio, trataba de resguardarme en el paraguas de sus “nenas” no sólo de la lluvia, sino también de las cámaras de Crónica, por vergüenza a que me gastaran los de la barra… Pero yo estaba ahí, orgulloso de poder ver al mito viviente, al hombre que tras su esficema pulmonar seguía adelante con su arte acudiendo a un micrófono “estilo Mc Giver” que le proveía oxígeno por medio de un tubo plástico…


A la hora del sorteo de la ruleta donde Sandro hacía subir a un espectador, pensaba que si me tocaba a mí, él no me iba a cantar “Yo te haré mujer” al oído, pero si nos íbamos a dar un fuerte abrazo, y hasta por ahí me hubiera animado a entonar algunos de sus clásicos. No pudo ser…

Una anécdota que quiero compartir con ustedes, para destacar la grandeza de este artista, es que en un momento del show, se cortó la energía eléctrica y como si nada, Sandro siguió cantando a capella y actuando la obra por unos minutos, hasta que se fue muy disimuladamente detrás del escenario para averiguar que había pasado… “Les aviso que se acaba de cortar la luz en toda la ciudad”; exclamó en tono cómico provocando la risa y la complicidad de todos los presentes… Un lujo.

Otra gran anécdota de esa noche, fue haberme bajado del “Gallinero” (la entrada mas barata) a la parte de la platea aprovechando la oscuridad, y ubicarme al lado de la consola de sonido, donde para mi sorpresa se encontraba nada mas y nada menos que Juan José Robles, mas conocido como “Robertone” (en el ambiente del Rock Argentino), oficiando de sonidista de Sandro.


Y Sandro también le hizo bien a nuestro rock!


Tal vez el día que ganó el “Primer Festival Buenos Aires de la Canción” su alejamiento del rock se vio reflejado, pero él volvería de vez en cuando al género demostrando que todavía lo tenía en la sangre…
Además de “Los de fuego”, un ejemplo claro es lo que hizo con Charly García y Pedro Aznar en el tema “Rompan todo”, o la invitación que recibió de León Gieco para interpretar “Mi amigo”, en su álbum “Semillas del corazón”.
Hablando de amigos; uno muy importante en su vida fue Raúl Porchetto, con quién grabó “Bailando en la vereda” en una versión memorable…


A lo largo de toda la historia de nuestro rock, hay quienes lo incluyen y quienes lo excluyen del movimiento, lo cierto es que Miguel Cantilo, Nito Mestre, y Javier Martínez, entre otros; lo nombran como el verdadero pionero: Una gran verdad…

En 1998, “Divididos”, “Attaque 77”, “La Bersuit Vergarabat”, “Los Caballeros de la quema”, “Los Fabulosos Cadillac’s”, “Virus” y “Los Visitantes”, entre otros, grabaron “Tributo a Sandro, un disco de rock”; dejando en claro, el sentido de pertenencia de estos rockeros hacia el pionero, el primero: Sandro.

Sandro y sus comienzos con el rock:

Cuenta la historia que su primera ovación en público la recibió cuando, en plena actuación de un acto escolar, se rayó el disco de Elvis Presley sobre el que hacía play back y tuvo que seguir cantando en un inglés sanateado dando comienzo de esta manera a su carrera musical…paradójicamente en forma accidental…

Y así nació el “Trío Azul”, “Los Caniches de Oklahoma” (para quienes escribió su primera canción) el "Black Combo" y por supuesto “Los de fuego”…


Con Roberto Sánchez al frente del grupo, sacudiendo la pelvis, “Sandro y los de Fuego” se instalaban como una alternativa en la escena musical porteña y bonaerense.
Nicolás “Pipo” Mancera tuvo mucho que ver con el boom de este muchacho de Valentín Alsina, ya que le daba horas de pantalla en su programa “Sábados circulares”, a pesar de que el paso del grupo por el estudio dejara alguna cámara rota como recuerdo debido al alboroto de sus “jóvenes nenas” tratando de alcanzar la famosa campera de cuero negro que él mismo solía arrojarles…

Allá por el ‘63 Sandro invirtió algunos pesos a un emprendimiento compartido con Pajarito Zaguri. El boliche de jazz que subalquilaron estaba en la calle Pueyrredón y Juncal del barrio porteño de Recoleta, y se llamaba “La Cueva”. En ese mismo lugar se daban cita nombres importantes de la escena rockera argentina; entre otros: Bernardo Baraj, Carlos Mellino, Carlos Avalos, Tanguito, Nacho Smilari, Billy Bond, Pipo Lernoud, Javier Martínez, Miguel Abuelo, Litto Nebbia y Moris, a quien Sandro le prestó su guitarra para grabar “Rebelde”, con “Los Beatniks”.

El ex “Manal” Javier Martínez en su tema “Los tipos de La Cueva” lo nombra como al rey del rock and roll del lugar… Escuchen el audio, que también contiene declaraciones de Martínez relatando la llegada de Sandro a “La Cueva”.


Escuchar audio: http://www.divshare.com/download/10103982-8dd



Sandro junto a Billy Bond cantando en La Cueva.


Sandro también se las arregló para versionar a distintos artistas del rock mundial, como así también algunos clásicos de los cuatro genios de Liverpool; Los Beatles, grabando con mucho respeto varias canciones pasadas al castellano por el histórico Ben Molar. Entre ellas: “Anochecer de un día agitado”, “Niñito”, “My Bonnie”, “El dinero no puede comprarme amor”, “Ámame”, “Muchachos”, “Es una mujer”, “Boleto para pasear”, “Música de rock and roll”, “Perseguiré al sol”, “Podemos solucionarlo” y “Hombre de Ningún Lugar”.
En 1966 y de la mano de su gran amigo Oscar Anderle, Sandro iniciaba un nuevo camino en plan baladista romántico firmando las canciones, que luego fueron sus hits, como Sandro/Anderle, al mejor estilo Lennon/Mc Cartney. A partir de ahí fue y será “Sandro de América”.


En su carrera de más de 40 años, Sandro publicó mas de 50 discos y vendió más de 10 millones de copias, filmó varias películas y fue el primer artista Argentino en tocar en el “Madison Square Garden”…

No sólo tu música vamos a extrañar, te vamos a extrañar a vos! Tu humildad, tu humor hasta último momento, tu ejemplo de vida, y tu constante concientización para los más jóvenes al advertirles del peligro de la adicción al cigarrillo…


Seguramente estarás con tu amada Nina y Don Vicente…

Hasta siempre Roberto!!!




Lucas José Fernández.

domingo, 3 de enero de 2010

Spinetta, las Bandas y el show Eterno

Y si… El día esperado llegó, fue un viernes 4 de diciembre del 2009, cuando pudimos ser testigos de uno de los hechos musicales más importantes en la historia de la Música Argentina… Seguramente a partir de ese día, la historia de nuestro rock, tendrá una bisagra inevitable…
Sinceramente, nunca pensé ver algo parecido, agradezco poder haber estado ahí y compartirlo con Peluza y Lucio…

Ante unas 37 mil personas, el Flaco, festejó sus 40 años con la música y para eso invitó a una infinidad de amigos músicos que formaron parte de distintas etapas musicales suyas…

El show del viernes 4 en el estadio de Vélez, comenzó a las 22 hs. (estaba anunciado para las 21) y culminó pasadas las 3.20 de la mañana… Antes del primer tema, el Flaco agradeció a muchos de los músicos que tocaron con él durante su extensa trayectoria y que no pudieron ser de la partida de este concierto de sus “Bandas Eternas”; entre ellos: Pedro Aznar, Lito Vitale, Grace Cosceri, Sartén Asaresi, Nicolás Ubarburu, Rafa Arcaute, Rodolfo Mederos, Guille Arrom y Litto Nebbia, entre otros… “me los perdí”, dijo el Flaco.

También se disculpó ante los músicos que le gustan y que no serían versionados esa noche, como Moris, Andrés Calamaro, Indio Solari, y Hugo Fatorrusso, "el más grande talento que dio el Río de la Plata"; según las palabras del Flaco Luís…

Hechas todas las aclaraciones, presentó a su banda actual conformada por Nerina Nicotra, secundada por su marido Guillermo Vadalá; ambos en bajo, Sergio Verdinelli en batería, y el maestro Claudio Cardonde en teclados, arremetió con un tema de su reciente disco de estudio; “Un mañana”, titulado "Mi elemento" y el éxtasis ya colmaba Vélez…


Un pequeño viento celeste? fue el encargado de ecualizar el sonido de esta histórica noche, provocando un sonido envolvente y fresco a la vez, nunca tan bien pronunciado…
Lo que decíamos del sonido es cierto, fue mejorando a medida que el show transcurría y con respecto a las luces, tal vez a mi modo de ver un show, puede que haya existido una falencia, lo mismo con las pantallas gigantes que no soportaron las brisas del dios Eolo… Pero eso no opacó nada, créanme…

El show estuvo dividido prácticamente en 2 partes bien marcadas, y cada uno de ellas contó con 25 canciones. En la primera, el Flaco repasó temas de “Spinetta Jade” y de su trayectoria solista con varios invitados como el “violero atómico” Baltasar Comoto en “Tu vuelo al fin” donde se permitió una sátira de Capusotto con la frase “sabes a lo que me refiero nnneeennnaannaa…”

Desde Bariloche llegó el tecladista Diego Rapoport para tocar “Ella también”, (“Kamikaze” ‘82) y “No te busques ya en el umbral”, (“Los niños que escriben en el cielo” ‘81)… Ese fue un momento muy íntimo que sirvió para desabrochar la “Fina ropa blanca” (“Don Lucero” ‘89) que trajo el “Estratosférico” Mono Fontana…

La primer sorpresa en el repertorio fue “La bengala perdida”, (“Tester de violencia” ‘88) inspirado en la tragedia ocurrida el 03/08/83 en el partido entre Boca y Racing por el campeonato local. En dicho partido un hincha arrojó varias bengalas, una de ellas impactó en el cuello de Roberto Basile causándole la muerte.

El tercer tecladista invitado de la noche fue Juan del Barrio (Vale aclarar que los tres fueron tecladistas de “Spinetta Jade”) quien ejecutó a la perfección dos temas del primer disco de “Jade” (“Spinetta jade” ‘80); “Sombras de los álamos” y “Alma de diamante”, tema que da título a dicho LP.

La lista de temas siguió con “Cisne” (“Para los árboles” ‘03) y luego otro set con el Mono Fontana para hacer “Al ver verás” (“Tester de violencia” ‘88) y “No ves que ya no somos chiquitos” (“Los niños que escriben en el cielo” ‘81)…

La primer aparición del bajista Javier Malosetti fue para tocar “Cielo de ti” (“Peluson of milk” ‘91).

“Fito Paez!!! Rosario nos llenó de perlas, esta es una de las mas grandes”, dijo el Flaco al recibir al rosarino para tocar “Las cosas tienen movimiento” y “Asilo en tu corazón” (“Lalala” ‘86).

Debo admitir que la primer lágrima que rodó por mi mejilla, fue cuando Fito cambió la letra de “Las cosas” y con su garganta desaf/ora/inada: “Es que siempre estarás Luís Alberto, siempre estarás en miiiiiiiii…”


Dales Gracias Flaco!!!

Solo los grandes como el Flaco, se dan el Lujo de homenajear a sus contemporáneos… Por eso se despachó con una sentida versión de “Mariposas de madera" de Miguel Abuelo (“Un músico y un poeta impresionante”, dijo) sólo con su guitarra. Aquí un punto aparte, ya que el Flaco reconoció que sin la “mariposa de madera”, la "Muchacha ojos de papel” nunca hubiera nacido…

“Voy a versionar al padre de todos nosotros, en todos sus sentidos. Por su sencillez, por su canción contasnte, por la enormísima cantidad de canciones que ideó para nuestro amor y felicidad, de Litto Nebbia: "El rey lloró"; y ahí el estadio enmudeció con el aporte del uruguayo Beto Satragni (ex “Jade”) en bajo…

El tercer sentido homenaje del Flaco fue hacia el Carpo Norberto Pappo Napolitano interpretando junto al “genio” Juanse, el clásico de “Pappo’s Blues” “A donde está la libertad”…

Promediado las once y media de la noche, cuando ya la brisa se hacía presente en cada rincón del estadio, al Flaco se le ocurrió hacer un “Te para tres”, que en realidad fue para 37.000 almas que corearon junto a su autor Gustavo Cerati (“Soda Stereo”) su tema y el cover de Spientta ¿? o de Cerati ¿? “Bajan” (“Artaud” ’73)… Aquí otro punto aparte: La interpretación de Cerati en vivo, delata lo buen cantante y decidor que es frente al micrófono; lo mismo sucedió con Juanse, que a pesar de poner mucha garra, no perdió la estabilidad vocal necesaria para un escenario Spinetteano…

“Si hay un sueño cumplido, es éste, disfrutalo Luís!” Exclamó Gustavo Cerati, quién dio paso a otro Gusti: Gustavo Spinetta, el hermano de Luís para recrear “Cementerio club” otra joyita de “Artaud”, que lo tuvo originalmente entre sus filas.

Leo Sujatovich (“Spinetta Jade”) fue el cuarto tecladista del Flaco invitado en la noche, y con él volvió a bajar los decibeles de “Vélez” al interpretar “Era de uranio”, “Vida siempre” y “Maribel se durmió” (los tres de “Bajo Belgrano” ’83).

La familia no podía faltar, y por eso Luís convocó a sus hijos Dante y Valentino (Leeva) Spinetta para hacer una espectacular versión (hip- hopeada y funckeada) de “Necesito tu amor”, tema del histórico baterista de “Manal”, Javier Martínez; que según el Flaco es actualmente “un ídolo tremendo para todos”
Al terminar el tema Luís confesó que “era importantísimo poder versionar alguna vez un tema de Javier con todo amor y respeto, no se si a él le gusta el rap, pero, anda en el aire"…

Tal vez uno de los momentos más emotivos de la noche, fue cuando Luís a modo de preludio interpretó “Filosofía barata y zapatos de goma” para recibir a su autor: Charly García, en plena recuperación, que no quiso faltar al gran cumpleaños de su amigo más Flaco…
Los recuerdos fueron inevitables: El histórico recital de “Jade” y "Seru” en Obras Sanitarias allá por el ’80 grabado en la memoria en blanco y negro; tomó color con la versión de “Rezo por vos”, ese tema que pudo haber sido el comienzo de una sociedad no tan anónima…

La segunda parte del show, luego de un pequeño intervalo, comenzó con el Flaco presentando a Marcelo Torres y Javier Malosetti (en plan baterista ahora) para homenajear a la familia Wirtz (Daniel “Tuerto Wirtz, baterista recientemente fallecido) en nombre de todos los músicos que miran desde el cielo…
Estos “Socios del Desierto”, o “concierto”, como bromeó Luís, interpretaron tres temas del trío: el instrumental “San Cristóforo”, “Bosnia” y “Nasty People”, dedicado a las personas “Behind the wheels” (“detrás de los volantes”) que no respetan la vida; dijo Luís.)
Fue emocionante ver a Malosetti ocupando el lugar del “Tuerto” hasta con unas antiparras amarillas como él sabía usar…

Bueno, aguanten que tome aire, porque el show continúa y quiero seguir contándoles…

Imaginaban ustedes semejante recital? Yo no… En varias oportunidades de la noche miré el reloj y sabiendo que todavía faltaban los “platos fuertes”, me propuse hacer un lugar en mis retinas para retener todo lo vivido… esto era solo la “entrada”…

Arremánguense porque llega “Invisible”, el histórico trío de mediados de los ’70 con Machi Rufino en bajo, Pomo Lorenzo en batería y Spinetta en guitarra y vos…
Este trío que no envejece nunca, tocó: “Durazno sangrando” (“Durazno sangrando” ‘75), “Jugo de lúcuma” (“Invisible” ‘74), “Lo que nos ocupa es esa abuela, la conciencia que regula al mundo” (Simple), “Perdonado (Niño condenado)” (“El jardín de los presentes” ‘76) y cerró con el clásico de Hernán Pujó inmortalizado por Tanguito: “Amor de primavera” con la viola de Lito Epumer haciendo las veces de Tommy Gubitsch (quizás, el gran ausente de la jornada)


“Invisible” es el ejemplo claro de lo que es Spinetta: Sutileza… Y si de sutileza hablamos, ella estuvo presente en “Perdonado”, que tema!!! Gracias Flaco por tocarlo en vivo, pensé que eso era una utopía…

Fue muy lindo escuchar la voz de Machi en “Durazno sangrando”, anteriormente presentado por Luís como "un gran amigo, bajista, valiente de la vida"… Y de Pomo que decir? Sigue teniendo su hinchada en los recitales!!!

37.000 almas coreaban a la siguiente banda diciendo “Pescado…Pescado…Pescado…”, quien era? la banda mas pesada de Luís: “Pescado rabioso”. Carlos Cutaia en órgano Hammond, David Lebón en guitarra y vos, Black Amaya en batería, Luís Alberto e guitarra y vos; y Guillermo Vadalá de invitado encargado del bajo…

El set arrancó con “Poseído del alba” (“Pescado 2” ‘72), “Hola dulce viento” cantado por Davis (“Pescado 2” ‘72), “Serpiente viaja por la sal” (“Desatormentandonos” ‘72), “Credulidad” (“Pescado 2” ‘72) y tres clásicos editados en simples: “Despiértate nena”, “Me gusta ese tajo” y “Post-Crucifiction”; estos dos últimos con el primer bajista de “Pescado Rabioso”, ahora devenido en guitarrista; Osvaldo “Bocón” Frascino, presentado por Luís como uno de los “músicos tapados”

Y por último, llegó “Almendra”. Luís presentó a sus amigos del alma: Edelmiro Molinari, Emilio del Guercio y Rodolfo García; a quienes los denominó como 3 genios, “que son tan genios que forman un genio mas…” (Se entiende?)

La nostalgia se hizo presente con el progresivo “Color Humano” de Edelmiro cantado en este caso por el Flaco, luego “Fermín” en la intacta voz del bajista Emilio del Guercio y “A estos hombres tristes”, otro gran joyita del repertorio de Luís… Estos tres temas del disco debut de “Almendra”…
Rodolfo García se lució en el tema tal vez menos popular de “Almendra” titulado “Hermano perro” que hizo gritar a todo el estadio, que ni ganas tenía de irse a dormir… “Que aguante que tienen… un aplauso para ustedes mismos!” Dijo Luís.

“Es una emoción para nosotros estar tocando juntos, lo vamos a repetir dentro de 40 años” dijo Emilio del Guercio entre risas…

“Un aplauso para Julia, mi madre, que está por ahí, si es que aguantó, porque por ahí ya se las tomó… No se cuando esta canción se va a volver a cantar y está dedicada a Julia Ramírez de Spinetta, mi vieja; Mama: Aquí viene lo tuyo…”; remató el Flaco y arrancaron con “Muchacha ojos de papel”…

Fue realmente emocionante escuchar a esos cuatro tipos cantando como en las primeras épocas, haciendo coros y mirándose a los ojos para entrar bien con el tempo de la canción; profesionalismo, le llaman…

“Esta gente es una Biblia… Por lo viejo…” Bromeó el Flaco…

En la culminación del show, Luís hizo un lugar para volver a este presente, o sea a “Un mañana” que es inminente, a las dos y media de la mañana, invitando (en broma) a todos a su casa para continuar con la fiesta, que se vio decorada por la presencia de Ricardo Mollo (“Divididos”) para sumar su guitarra en el tema "8 de octubre" (a beneficio de los chicos fallecidos en la tragedia de Santa Fe).
El tema fue compuesto por Spinetta y León Gieco, lamentablemente ausente esa noche por estar en Cuba presentando la película “Mundo Alas”…

Las palabras de Luís hacia Ricardo, fueron como de un padre, cargadas de afecto y Ricardo no pudo dejar de agradecerlo…

Luego vino el tema “Retoño”, muy intimista por cierto y el verdadero cierre: "Seguir viviendo sin tu amor" (“Peluson of milk” ‘91), "Yo quiero ver un tren" y "No te alejes tanto de mí" (“Mondo di cromo” ‘83) con un solo impresionante de Baltasar Comotto que levantó a Vélez como diciendo: “Muchachos esto se acaba, vayan armando el bolso…”


Tras varios agradecimientos para culminar el show, vino la anécdota de la noche: Un enojo con la revista “Rolling Stone”, que lo tuvo a él y a Charly en la tapa, para la que Luís se había puesto la remera de “Todos fuimos, todos somos, todos podemos ser”; y la revista optó por opacar las frases, provocando un nuevo enojo de Spinetta con el medio gráfico… “Un “Fuck Up” bien en alto” exclamó Spinetta, y presentó e el escenario e invitó a cada uno de los músicos de Las Bandas Eternas con dicha remera puesta para saludar al público…

Tarde mucho en escribir esto, porque realmente no quería que se convirtiera en una fría crónica mas, espero haberlo logrado…
Lo cierto y que afirmo, mas allá de mi admiración (o fanatismo) por Luís es que este hombre a punto de cumplir 60 año, no escatimó en tiempo, ensayo y esfuerzos para dejarnos contentos; lo cual se notó desde abajo a la hora de asimilar todo lo que escuchamos y pudimos ver…

No tuve oportunidad de vivir la época del rock en lo ’70, pero por lo que he leído o me cuentan sus protagonistas, el show del Flaco, lo tuvo a él como verdadero protagonista, y no al público, como suele ocurrir en la actualidad…

Que siga la melodía…

Lucas José Fernandez.